Finalizan exitosamente las "Clases piloto" impactando a estudiantes y emprendedores
«Se logró que disciplinas que no tienen tradición de trabajar con el medio, es decir que no tienen contacto directo con emprendedores y empresas, incorporarán esta metodología de trabajo de casos reales por primera vez», señaló Meritxell Calbet, coordinadora del Proyecto Clases Piloto de la Universidad de Viña del Mar. Las clases piloto contaron con la participación de más de 600 estudiantes y 49 organizaciones externas.
Después de un trabajo continuo en el transcurso del 2019 y 2020, el proyecto InnovaT finalizó exitosamente las «clases piloto» en las universidades latinoamericanas adscritas al consorcio. Estas clases fueron implementadas por profesores seleccionados, para que aplicaran el currículum y los métodos didácticos innovadores aprendidos previamente, «fue un continuo de varios años, donde emplearon los conocimientos tanto del MOOC Massive Online Open Courses, como del ciclo de webinars y lo condensaron en las clases piloto. Los profesores se demoraron un semestre en crear estas clases considerando diseño, ejecución y evaluación», señaló Caroline Cortes, coordinadora del Proyecto Clases Piloto de la Universidad de Viña del Mar.
Las clases iban orientadas a casos reales de emprendedores seleccionados, que fueran migrantes, mujeres o de una zona rural a la que pertenecieran el territorio de cada institución, «las clases iban orientadas a solucionar problemas reales, incorporando en la metodología, una interacción con colectivos externos, emprendedores o empresas», manifiesta Meritxell Calbet, coordinadora del Proyecto Clases Piloto de la Universidad de Viña del Mar.
Lo anterior, con el objetivo de mejorar la calidad de las prácticas de enseñanza-aprendizaje, identificar fortalezas y debilidades en la programación didáctica y los métodos escogidos, y establecer vínculos entre la universidad y el sector empresarial local y regional. «Se logró que disciplinas que no tienen tradición de trabajar con el medio, es decir que no tienen contacto directo con emprendedores y empresas, incorporaran esta metodología de trabajo de casos reales por primera vez», destaca Calbet.
Cada universidad llevó a cabo tres clases piloto, realizándose en total 18, donde el profesorado desarrolló materiales virtuales combinado con actividades presenciales, en temas muy variados como alimentación, productos, servicios, trabajo social, entre otros. Cada clase piloto fluctuó con una asistencia de entre 15 y 90 asistentes conectados de forma sincrónica y asincrónica virtual. En total, los profesores lograron involucrarse con 601 estudiantes y 49 organizaciones externas.
Experiencias docentes
Desde la Universidad de Santiago de Chile, la académica Tatiana Alvarez Seguel, quien se desempeña en la carrera de Ingeniería Civil en Química, puso a prueba los conocimientos adquiridos en la clase piloto «Seguridad industrial», asignatura contempla el trabajo en grupos con estudio de casos. «Uno de los grupos, que corresponde al piloto, trabajó directamente con las problemáticas de seguridad industrial que tenía una pequeña empresa. Durante cada unidad el grupo fue aplicando lo aprendido, pasando de la identificación de los problemas y sus causas, analizando los requerimientos legales a cumplir, hasta finalmente elaborar un programa de gestión de seguridad», indicó Alvarez.
El programa de estudio se realizó en su mayoría online con la empresa, considerando el contexto de pandemia. No obstante,»lo aprendido tanto en los webinar y MOOC del proyecto fueron fundamentales para realizar la actividad», enfatiza la profesora.
Si bien para ella implementar esta nueva metodología innovadora fue un desafío y un esfuerzo adicional, sin duda fue una experiencia que valió la pena, «es una experiencia donde todos ganan, los estudiantes ganan porque se vinculan con la industria, conocen sus problemáticas y se colocan en el rol de futuros y futuras ingenieros; y por el otro lado una industria se ve beneficiada con una asesoría a la que normalmente no puede acceder», manifiesta Tatiana.
Respecto al recibimiento de los estudiantes, la docente señala que hubo mayor motivación entre quienes trabajaron con una organización externa, «los resultados de aprendizaje si se lograron y en comparación con aquellos estudiantes que trabajaron con un caso y no directo con una empresa, se pudo observar que los informes entregados del grupo piloto abordaron con mayor profundidad lo visto en la asignatura, ya que había un compromiso de entrega de un programa a la empresa», subraya la docente.
Asimismo, en la Universidad de Viña del Mar el profesor Mario Catalán de la Carrera de Trabajo Social, desarrolló la clase piloto «Grupo y comunidad», orientada a proyectos de servicios desarrollados por equipos de estudiantes para colaborar con organizaciones comunitarias, quien manifiesta que la formación recibida «me permitió conocer distintas estrategias tanto virtuales como presenciales en relación a la metodología de Aprendizaje Basado en Proyecto, no sólo desde una mirada pedagógica, sino que desde el aspecto práctico para desarrollar en conjunto con las estudiantes en el diseño, ejecución y evaluación de los proyectos de servicios desarrollados por ellos», dice el docente.
En esta línea, la aplicación de las nuevas metodologías y la utilización de las aplicaciones en las clase piloto, le permitió adaptar algunas estrategias metodológicas a lo virtual, «por ejemplo el mapeo de localidades, que por lo general se realiza presencialmente, en pandemia utilizamos la herramienta de Google Street View, para recorrer virtualmente los territorios donde las estudiantes desarrollaron sus proyectos durante el periodo de cuarentena», destaca Catalán.
Adicionalmente, analizando a los estudiantes que participaron en la clase, estos recibieron positivamente el desarrollo de las metodologías innovadoras, fortaleciendo su aprendizaje, tanto para realizar el análisis de la situación actual de la organización con la cual trabajaron, como también para el diseño, ejecución y evaluación del proyecto de servicios desarrollado, «las metodologías innovadoras fueron tan bien recibidas que se incorporaron estas en las versiones posteriores de la asignatura», finalizó el profesor.